A pesar de que desde hace muchos años la práctica de auditorias ha sido una forma de fiscalizar los recursos de la federación, las auditorias se enfocaban principalmente en buscar culpables y errores, para poder castigarlos y mitigar los aspectos negativos. De esta manera se podía hablar de auditorias “post mortem”, que se realizaban ante obras y hechos consumados, en donde prácticamente se evaluaba, certificaba y se informaba lo acontecido, para sólo castigar y tratar de remediar lo posible.
Un análisis de alrededor de 100 mil observaciones —resultado de las auditorias ejecutadas por la Secretaría de la Función Pública a las dependencias y entidades hasta el 2007—,reveló que 50% de ellas estaban relacionadas con la ejecución de obra pública. Este estudio identificó que uno de los motivos por los cuales no se obtiene la calidad esperada de las obras realizada en el país es que muchos de los proyectos y/o estudios de obra son deficientes y en muchos casos nulos; las licitaciones presentan irregularidades de diseño; existen anticipos indebidos, así como finiquitos que no han sido firmados. Todos estos problemas, relacionados con una supervisión deficiente en la construcción de las obras públicas, que deja al descubierto la existencia de conceptos de obra no pagados y en algunos casos, obras sí pagadas pero no ejecutadas.
Estos hallazgos hicieron inminente la necesidad de generar una nueva visión de cómo debería ser el control y la auditoria a la obra pública, que implicó como primer tarea, contar con un área especializada, capaz de identificar oportunamente y resolver las dificultades e irregularidades que afectaban a la obra pública, que hasta ese momento no existía. Fue de esta manera, que en mayo de 2008, se crea en la Subsecretaría de Control y Auditoria de la Gestión Pública, la Dirección General Adjunta de Auditoria a Obra Pública, que en el 2009 se consolida y se transforma en la actual Unidad de Control y auditoria a la Obra Pública (UCAOP); que entre sus responsabilidades, está efectuar la programación y realización de revisiones y auditorias a obras públicas y servicios relacionados con las mismas, en las dependencias, las entidades, la PGR y en los fideicomisos no paraestatales, mandatos y contratos análogos.
De esta manera la presente iniciativa, abarcó no sólo el replantear cómo debe ser el control y auditoria a la obra pública para identificar y resolver oportunamente los problemas que afectan los proyectos de infraestructura, sino la creación de un área experta que tuviera encomendada dicha tarea (la UCAOP) y la generación de un cúmulo de políticas, estrategias y herramientas orientadas hacia ese fin, que se describen con mayor detalle en la contestación a la pregunta relativa a las “estrategias aplicadas”.
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