De acuerdo a recientes informes, el ritmo de crecimiento de la economía mundial se está moderando ligeramente. Si bien el crecimiento ha seguido siendo, en general, sólido en las economías emergentes, los indicadores de corto plazo apuntan a un enfriamiento limitado del ritmo de expansión económica: en la mayoría de las economías avanzadas, la recuperación de la crisis se ha visto empañada por la frágil situación del mercado de trabajo y por el proceso de ajuste de los balances en varios sectores.
La Comunidad de Madrid, pese a ser una de las regiones más dinámicas y prósperas del contexto nacional y europeo, se ha visto afectada colateralmente por esta situación y empiezan a existir un conjunto creciente de agentes de diversa naturaleza (empresas y grupos empresariales, parques empresariales, viveros de empresas, etc.) con una serie de activos tangibles e intangibles no explotados o explotados solamente de forma parcial. Dentro de estos activos se encuentran espacios de oficina o de almacén vacíos, locales comerciales en alquiler, hasta equipamientos o vehículos no utilizados, contactos, know-how, etc.
Por otro lado, la Comunidad de Madrid se caracteriza por ser uno de los principales polos de emprendimiento de España según el informe GEM 2011. Esto significa que, anualmente, surgen un gran número de emprendedores que, en el contexto macroeconómico descrito, se encuentran ante la dificultad de acceder a financiación suficiente para adquirir recursos y arrancar su nuevo negocio con garantías de futuro.
Estas necesidades de recursos (no necesariamente monetarios) de los emprendedores se han clasificado dentro de las siguientes categorías:
• Acceso a espacios físicos como oficinas, salas de reunión, locales comerciales o almacenes en donde desarrollar su actividad productiva y empresarial.
• Uso de equipamientos especializados tales como computadoras, impresoras, escáneres, herramientas de taller, equipos de precisión, flotas de vehículos, etc.
• Acceso a contactos y a know-how para la actividad comercial, para la producción, para la innovación, etc.
• Acceso a otros recursos como por ejemplo recepción y secretaría, espacios para showroom de producto, servicios de reprografía, servicios de alto valor añadido como el prototipado y testado, etc.
El resultado de esta situación se traduce en una serie de problemáticas a las que la iniciativa “Impulsa a un emprendedor” trató de dar respuesta y que se resumen en tres:
• Una economía regional que no aprovecha todo su potencial al no poder explotar a pleno rendimiento las numerosas inversiones de capital realizadas.
• Una dificultad añadida a la hora de emprender en un contexto en el que la decisión de emprender es ya de por si difícil: falta de liquidez y crédito para emprendedores.
• Una pérdida neta de oportunidades de desarrollo de nuevo tejido empresarial (emprendedores) en la Comunidad de Madrid.
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