Sant Fost de Campsentelles, es una población de 8.000 habitantes a solo 15 km de Barcelona y situada en paralelo a la costa, tiene una configuración ortográfica muy especial, el casco urbano apenas representa el 30% del territorio, constituyendo el resto, zona boscosa y montañosa. Esta cercanía a la capital catalana, hace de Sant Fost un pueblo residencial que permite a sus habitantes disfrutar de un entorno natural y una calidad de vida elevada.
En los últimos años, Sant Fost ha vivido una importante transformación con la creación de nuevos equipamientos públicos, una sustancial mejora en la red de accesos a la población y la consolidación de servicios de calidad.
Enmarcada en este plan de innovación y calidad en los servicios, el Ayuntamiento crea una iniciativa totalmente inédita en el estado español: la Red Integral de Alumbrado Público Eficiente, que le permite cambiar totalmente toda la red de alumbrado público (farolas, cuadros y mandos) por una nueva red más segura, más barata, estéticamente más adecuada y sobre todo, más sostenible, mediante una mejora en la gestión energética de la propia red de alumbrado y con la puesta en marcha de una planta de energía fotovoltaica cuya producción de energía limpia, permite sostener el gasto de la red general.
La red de alumbrado público de Sant Fost resultaba obsoleta por lo que se refiere a criterios de eficiencia energética y también respecto a la posibilidad de reducir el impacto ambiental, y con un consumo de energía elevado a causa de las características de sistema actual.
Las incidencias detectadas en la red pusieron de manifiesto que un 91% de las luminarias eran de vapor de mercurio, un 18% de los báculos presentaban golpes o anomalías y que, de los 23 cuadros eléctricos, 20 estaban deteriorados o se podían mejorar manifiestamente. Todo esto sin tener en cuenta otros factores como pueden ser los puramente estéticos de caducidad o el desfase con el diseño urbano de puntos de luz.
Las instalaciones no disponían de una distribución ordenada y reflejaban una situación de distribución de luz monocolor, sin ningún distintivo atendiendo a las características de las vías, del tráfico, de los usos, etc. En cambio, había una gran heterogeneidad en los puntos de luz que, además de no seguir ningún criterio lumínico o urbanístico, muchas veces resultaba disconforme con el sector que iluminaba; por ejemplo: la profusión de báculos industriales en el casco urbano de la población.
Un 95% de la instalación era de lámparas de vapor de mercurio (con excepción de la carretera B-500 y del polígono industrial). Además, en la mayoría de zonas, Sant Fost presentaba unas instalaciones eléctricas que no se correspondían con el tipo de instalación según la clasificación urbanística de las mismas y las necesidades concretas de cada sector; para ello se diversas zonas: los ejes viarios principales, los ejes viarios secundarios, el núcleo urbano, la zona residencial urbana, las urbanizaciones y la zona industrial.
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