Questions/Answers

Según estimaciones del Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio basadas en la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE, para el año 2010 el 21,6 % de los hogares urbanos colombianos no contaba con una vivienda apropiada, ya sea porque necesitaba la construcción de una nueva vivienda o mejorar en la que habitaba. Conscientes de esta realidad, desde su inicio el Gobierno Nacional aunó esfuerzos para poner en marcha una política de vivienda integral capaz de responder a las necesidades específicas de los hogares colombianos con necesidades habitacionales insatisfechas, y diseñó un abanico de programas a los que en 2015 se sumó el programa Mi Casa Ya – Cuota Inicial. El programa ha facilitado, a la fecha, la adquisición de viviendas de interés social a más de 24 mil hogares colombianos cuyo ingreso no supera los cuatro salarios mínimos, otorgándoles un subsidio familiar de vivienda de hasta 30 salarios mínimos (smlmv) y una cobertura a la tasa de interés de hasta 5 puntos porcentuales. Se trata de un programa que le apunta a las necesidades de largo plazo de las familias colombianas, así como a los objetivos de superación de la pobreza en país. Una de las particularidades de Mi Casa Ya es que permite la atención diferenciada a hogares de bajos ingresos de acuerdo con sus características socioeconómicas, su capacidad de ahorro y su ubicación geográfica alrededor del país, facilitándoles la adquisición de soluciones de vivienda apropiadas. Al ser un programa de mercado, ha incentivado la inclusión de estos hogares en el sistema financiero formal, beneficiándolos de la optimización de los tiempos de respuesta en los procesos de asignación de subsidios. Igualmente, ha permitido descentralizar la asignación de subsidios en todo el país, llegando a 189 municipios en todo el territorio nacional.

El principal objetivo del programa Mi Casa Ya es facilitar a los hogares de bajos ingresos el acceso a vivienda digna, lo cual se logra al permitirles el cierre financiero que necesitan para adquirirla. Junto con este objetivo, el programa persigue una serie de propósitos paralelos. En primer lugar, el programa juega un papel central en los esfuerzos del Gobierno Nacional para reducir el déficit habitacional del país, pues a través de él se da acceso y se formaliza la propiedad de vivienda en los grupos de población con ingresos más bajos en todas las regiones del país. En segundo lugar, Mi Casa Ya, junto al resto de los programas que conforman la política de vivienda urbana, ha sido fundamental en la consolidación del sector de la construcción en Colombia como uno de los más dinámicos y con mejor desempeño económico. Esto se ha traducido en miles de nuevos generados en todas las regiones a las que ha llegado el programa. De esta forma, con la generación de empleos, el programa refuerza su capacidad de llevar prosperidad a los sectores más desfavorecidos. Así pues, se cumple un doble objetivo: impulsar la economía nacional y proporcionar oportunidades de vivienda digna para todos los colombianos

El programa mi casa ya, encaja en la iniciativa de alcanzar a los más pobres y más vulnerables a través de servicios inclusivos y alianzas ya que desde su creación ha encaminado sus esfuerzos a llegar a la población colombiana más necesitada en todos los rincones de Colombia, el programa de vivienda Mi Casa Ya, desempeña dos roles en el país. Por un lado, bajo la perspectiva micro, la política de vivienda está contribuyendo a la mejora en el bienestar de los segmentos poblacionales sujetos de la política. La tenencia de vivienda propia se considera una condición necesaria para salir de la pobreza. En el caso de Colombia, se estima que tener vivienda propia incrementa en 9,8% la probabilidad de salir de la pobreza en Colombia (PNUD, 2016)

Al promover la accesibilidad a soluciones de vivienda nueva y de calidad, el programa ha facilitado la prestación de servicios públicos a hogares que en ciertos casos no contaban con ellos. Las viviendas a las que acceden los beneficiarios cumplen con todos los estándares de calidad que exige la ley colombiana y tienen acceso a todos los servicios, y esto no solo se traduce en mejoras en la calidad de vida de los hogares; también se ha reflejado, por ejemplo, en la reciente reducción del déficit habitacional cualitativo urbano, que, de acuerdo con estimaciones del Ministerio, pasó de 12,7 % a 10,3 % entre 2010 y 2016.

Al promover la accesibilidad a soluciones de vivienda nueva y de calidad, el programa ha facilitado la prestación de servicios públicos a hogares que en ciertos casos no contaban con ellos. Las viviendas a las que acceden los beneficiarios cumplen con todos los estándares de calidad que exige la ley colombiana y tienen acceso a todos los servicios, y esto no solo se traduce en mejoras en la calidad de vida de los hogares; también se ha reflejado, por ejemplo, en la reciente reducción del déficit habitacional cualitativo urbano, que, de acuerdo con estimaciones del Ministerio, pasó de 12,7 % a 10,3 % entre 2010 y 2016.

Para los hogares colombianos que quieren ser beneficiarios los pasos a seguir se han simplificado significativamente gracias al programa. Para empezar, basta con que se acerquen a la entidad financiera de su preferencia para verificar en línea y de forma inmediata si cumplen con las condiciones para hacer parte del programa. Una vez comprueban que pueden ser beneficiarios, los hogares deben buscar en el mercado y elegir su vivienda de acuerdo a sus gustos y necesidades, según la oferta de vivienda urbana nueva disponible en el mercado. Por otra parte, el programa no exige tener un ahorro previo, si bien cierto ahorro puede ser necesario para acceder a un crédito hipotecario. Sin embargo, esta exigencia se flexibiliza en una gran medida gracias al SFV que otorga el programa (un subsidio que puede llegar a representar el 43 % del valor de la vivienda). De esta forma, Mi Casa Ya no solo lleva oportunidades a los hogares que quieren adquirir su vivienda propia y de calidad, sino que facilita como nunca antes los trámites que deben seguir. Estas características se han reflejado en la gran acogida que ha tenido el programa entre las familias colombianas. A la fecha, cerca de 110 mil hogares con ingresos inferiores a los 4 SMLMV se encuentran habilitados en el Programa, y más de 24 mil subsidios ya han sido asignados. Vale mencionar que los beneficiarios de estos subsidios se encuentran en 27 departamentos y cerca de 200 municipios, lo que demuestra que efectivamente el Programa está llegando a las regiones, llevando crecimiento, empleo y vivienda digna a todos los rincones de Colombia.

El programa Mi Casa Ya incorpora varios elementos innovadores. En primer lugar, no se requiere de postulación previa de proyectos por parte de los constructores, pues funciona bajo una premisa de “libre mercado”, donde los beneficiarios eligen la vivienda de acuerdo a sus preferencias y a la oferta de vivienda nueva disponible en su ciudad. En segundo lugar, los hogares interesados no deben someterse a procesos de postulación, pues se implementó un sistema en línea que permite verificar, en tiempo real, que el hogar cumpla con las condiciones de acceso. Con esta innovación se mejora notablemente la eficiencia del programa, pues anteriormente se destinaba cerca del 5% del valor de los subsidios a pagos administrativos asociados a estas consultas, y la aprobación podía extenderse por más de 3 meses.

Estas innovaciones surgieron del análisis de las particularidades del mercado de vivienda colombiano, pero se tuvo en cuenta experiencias internacionales exitosas y recomendaciones de organismos internacionales. Solo por mencionar un ejemplo, el programa Mi Casa Ya, siguiendo las recomendaciones de la Red de E-Government de la OCDE, conocida como “The Network”, eliminó el costo asociado a las consultas sobre las características financieras de los potenciales beneficiarios del programa. Así mismo, para el diseño del programa se tuvo en cuenta recomendaciones de estudios académicos independientes, entre los que vale resaltar los realizados por el BID (2011) y Gaviria & Tovar (2011)

Dada la importancia económica y social del programa, el Gobierno Nacional tiene destinados $2,6 billones (Aproximadamente 930 millones de dólares.) Para su ejecución. Estos recursos cubren tanto los subsidios familiares de vivienda, como las coberturas a la tasa de interés hasta el año 2019.

No

La iniciativa no ha sido transferida de forma explícita a otros contextos, sin embargo, existe interés de varios países de la región por conocer las características del programa y sus resultados.

El programa incorpora de manera explícita un componente de sostenibilidad social por tanto y en cuanto las iniciativas de "mi casa ya" perduran en el tiempo, por que los colombianos reciben ademas de vivienda, ciudades dentro de las ciudades, dotaciones como parques, mobiliarios, acceso a los servicios básicos (agua, luz, alcantarillado, vías de acceso) los proyectos son incorporados en los planes de ordenamiento territorial por lo que la economía del sector se mueve de manera paulatina por sus habitantes.

De momento se han garantizado recursos para el programa hasta el año 2019. Sin embargo, se está buscando que Mi Casa Ya se convierta en una política de Estado, que trascienda a los periodos presidenciales. De esta forma se garantizaría la sostenibilidad en el tiempo del programa, lo cual en ultimas permitiría beneficiar a más hogares colombianos y daría un marco de estabilidad legal para los constructores.

Yes

Sí, el programa de vivienda de interés social Mi Casa Ya fue evaluado al cierre de 2016. Al cierre de 2016, Fedesarrollo, un centro de estudios económicos radicado en Colombia, entregó el informe final de la evaluación de impacto realizada al programa Mi Casa Ya. Este estudio fue contratado por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio con el fin de dar cumplimiento al seguimiento a la reducción del déficit de vivienda en Colombia establecido en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno 2014-2018 del presidente Juan Manuel Santos. La evaluación de impacto se dividió en cuatro capítulos, a saber: 1) evolución de la política habitacional en Colombia, en donde se hace un recuento de los principales programas de vivienda en el siglo XX y XXI en Colombia; 2) programa de Promoción de Acceso a la Vivienda de interés Social “Mi Casa Ya”, en donde se analiza la focalización del programa Mi Casa Ya, así como la evaluación del impacto del programa sobre los principales indicadores económicos y sociales; 3) avances en la implementación de la política de vivienda, este capítulo resalta las buenas prácticas del programa así como los aspectos positivos de Mi Casa Ya y 4) siguientes pasos de la política de vivienda en Colombia bajo una perspectiva internacional, en este último capítulo se hacen recomendaciones de política pública como complemento al programa Mi Casa Ya, como lo es la política de arrendamiento.

La política de vivienda del país, en este caso el programa Mi Casa Ya, debe examinarse bajo los desarrollos de los demás países para persistir en la evolución de la institucionalidad que se ha alcanzado y no tanto para adoptar sus instrumentos. Este programa es el resultado del fortalecimiento de la interacción de los sectores público y privado en el diseño de la política pública. Innovar en la implementación de política pública es un reto que pocas veces se reconoce en las evaluaciones. Los gobiernos tienden a limitar el desarrollo de sus programas bajo los alcances de los programas pasados. Los diseños que implican nuevos retos regulatorios, tecnológicos, y presupuestales son dejados de lado. Se requiere mucho compromiso tanto público como privado para llevar adelante un programa como Mi Casa Ya. Es clave reconocer ese valor en el trabajo del Ministerio, así como el apoyo de las constructoras, la agremiación del sector constructor y las entidades del sector financiero durante el periodo de ejecución del programa. En efecto, el programa evidencia un alto grado de innovación pues se adoptaron tres elementos nunca antes usados en la política de vivienda en Colombia: 1) liberar las decisiones de localización de los hogares beneficiarios. Esto implica un quiebre en los programas de subsidio a la demanda y en la forma en la que opera la política de vivienda en el país. El gobierno consideraba que al entregar subsidios tenía la responsabilidad de decidir la ubicación de las viviendas debido a la dificultad de garantizar la existencia de la oferta de viviendas. Sin embargo, al contar con un mercado tan competitivo y con acceso a instrumentos de financiación no hay lugar para pensar que el sector público se deba ocupar en el detalle de decidir dónde se debe construir la vivienda; 2) El segundo elemento es el uso de cambios en tecnologías de la información y 3) la señalización de certidumbre de demanda a través del el CONPES 3869 de Octubre de 2016 que declara de importancia estratégica el proyecto Subsidio Familiar de Vivienda permitiendo comprometer vigencias futuras para Mi Casa Ya. Oportunidad que conlleva la ampliación del programa hasta 2019 y debe ser una señal clara para los constructores en el corto plazo. Así mismo, la focalización del programa es la adecuada para los segmentos de hogares con ingresos entre tres y cuatro salarios mínimos, porque permite que los hogares reduzcan o conserven la misma proporción de gasto en vivienda garantizando el derecho de propiedad sobre la vivienda. Por último, es importante resaltar que el programa de vivienda Mi Casa Ya, desempeña dos roles en el país. Por un lado, bajo la perspectiva micro, la política de vivienda está contribuyendo a la mejora en el bienestar de los segmentos poblacionales sujetos de la política. La tenencia de vivienda propia se considera una condición necesaria para salir de la pobreza. En el caso de Colombia, se estima que tener vivienda propia incrementa en 9,8% la probabilidad de salir de la pobreza en Colombia (PNUD, 2016). De otro lado, bajo una perspectiva macro, los instrumentos de subsidio a la demanda son percibidos por el sector de la construcción como un incentivo al fomento de la actividad. Este hecho ha permitido dotar de carácter especial a algunos de los programas dada la importancia de la construcción de edificaciones en el Producto Interno bruto (PIB) del país y los efectos de encadenamientos en el mercado laboral.

• La política de vivienda urbana ha permitido la consolidación del sector de la construcción en Colombia como uno de los más dinámicos y con mejor desempeño económico • La tasa de crecimiento del PIB sectorial se ha mantenido en niveles del 6,2% promedio anual al cierre de 2016 y generó, a su vez, más de 300 mil nuevos empleos en el periodo 2011-2016. • Más de 4 millones de colombianos que se han beneficiado con la construcción de 1,6 millones de viviendas nuevas urbanas entre agosto de 2010 y septiembre de 2017 (de las cuales más de la mitad son de interés social), y con la reducción del déficit cuantitativo habitacional urbano, que a 2016 se estima en 5,5%, lo que representa una reducción de casi 7 puntos porcentuales respecto a 2005, cuando se situaba en 12,6%. • Según cálculos del Ministerio de Hacienda, los programas que conforman la política de vivienda del Gobierno Nacional presentan importantes multiplicadores. En particular, el programa Mi Casa Ya apalanca un valor considerable por cada peso que el Gobierno Nacional invierte. Por cada peso invertido en el programa por parte del Gobierno, se generarán 3,2 pesos en valor agregado y 8,1 pesos en el programa de subsidio a la tasa de interés para vivienda VIP y VIS. • El licenciamiento también ha mostrado una tendencia positiva en los últimos años, alcanzando más de 1,5 millones de unidades de vivienda licenciadas entre agosto de 2010 y noviembre de 2017. Es destacable que el 43% de las unidades de vivienda licenciadas en este periodo correspondieron al segmento VIS, mientras que el restante 57% fue en el segmento no VIS • Otro indicador que exhibe el impacto de los incentivos generados por la política habitacional del Gobierno Nacional, son los altos niveles de ventas de vivienda nueva. En efecto, en los últimos seis años, entre agosto de 2010 y diciembre de 2017, se vendieron 1,2 millones de unidades de vivienda nueva en las 18 principales regionales del país. Igualmente, se alcanzaron crecimientos anuales promedio de 6,6 %, y se vendieron un promedio de 157 mil unidades de vivienda nueva al año, mientras que entre 2008 y 2010 el promedio anual de ventas no superó las 100 mil unidades.

Fedesarrollo: La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) es una entidad privada sin ánimo de lucro. Establecida en 1970, se dedica a la investigación en temas de política económica y social. Su propósito es contribuir al diseño, seguimiento y mejoramiento de las políticas públicas. Fedesarrollo fomenta, directa o indirectamente, el desarrollo económico y social del país mediante estudios, publicaciones y debates en diferentes áreas de la política pública. Los estudios son financiados por el sector privado, el sector público, entidades multilaterales y fundaciones locales e internacionales. La entidad se esfuerza por mantener un equilibrio entre sus fuentes de financiamiento de manera a preservar su independencia y credibilidad. Este centro de estudios económicos fue el encargado de compilar la información de los diferentes actores que intervienen en el desempeño del programa Mi Casa Ya: constructores, bancos y Ministerio de Vivienda. Así mismo, realizó el análisis econométrico para evaluar el impacto del programa Mi Casa Ya. Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio: El Ministerio fue el facilitador de la información necesaria para la realización de la evaluación de impacto. De igual forma, fue el eje que permitió la comunicación entre los sujetos participantes del programa Mi Casa Ya: Bancos y constructores.

A pesar de las virtudes señaladas en las innovaciones tecnológicas y de implementación del programa MCY, las entidades bancarias y los constructores identificaron oportunidades de mejora para reducir algunas de las dificultades persistentes en el acceso a la vivienda VIS. Las posibilidades de mejora se asocian a tres temas que fundamentalmente afectan el acceso los beneficiarios potenciales al programa, estas son: alguna deficiencia en la promoción de MCY, afectación de los incentivos para los constructores y dificultades en los tiempos de resolución de novedades de los beneficiarios potenciales. Los avances en la política de vivienda del país han permitido la reducción del déficit cuantitativo de vivienda. Sin embargo, no basta con tener derecho de propiedad sino que también deben considerarse las características de estas. Dos aspectos son de interés en este sentido: (i) las características físicas de las viviendas y (ii) la armonía de los procesos de urbanización con la distribución espacial de los hogares. Mientras que el primer aspecto está relacionado con la calidad de las viviendas, el segundo está relacionado con los costos de oportunidad que enfrenta un hogar cuando se enfrenta a la decisión de localización en la ciudad. La OCDE ha desarrollado el Better Life Index como herramienta para comparar la calidad de vida entre los países del grupo. Uno de los componentes hace referencia a la situación habitacional. Este aspecto se mide a través de tres indicadores: 1. Acceso a servicio sanitario de uso exclusivo del hogar, 2. Habitaciones por persona, y 3. Gasto en vivienda. Aunque no se cuentan con datos consolidados (y comparables) para Colombia que permitan medir el impacto de los recientes programas, se presentan los indicadores construidos con la información disponible en la Encuesta de Calidad de Vida del 2014. Los niveles de calidad y asequibilidad de vivienda del país se encuentran aún muy por debajo de los de referencia en la OCDE. Mientras que el porcentaje de personas sin acceso a sanitario conectado a alcantarillado y de uso exclusivo del hogar es 2% en la OCDE, en Colombia este porcentaje es 33%. La reducción de este porcentaje en el país entre 2003 y 2014 fue 9%. Las brechas existentes en los indicadores de calidad y asequibilidad frente a países de la OCDE sugieren que las políticas para reducir déficit habitacional y hacinamiento deben acompañarse de políticas que mejoren el componente cualitativo de las viviendas.